LA CONTAMINACION AMBIENTAL CONTRIBUYE A EMPEORAR LA RINITIS ALERGICA..

La rinitis alérgica es un desorden sintomático, caracterizado por una inflamación de las membranas que recubren la nariz e inducido por la exposición a un alérgeno. Los tres síntomas que la caracterizan son estornudos, obstrucción nasal y descarga de mucosidad. Una enfermedad cada vez más frecuente.

En efecto, la prevalencia de la rinitis alérgica se ha incrementado en la mayoría de los países del mundo, explica Vivian Alvarado, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello. “Este es un problema de salud global e incluye a pacientes de todos los grupos étnicos y edades. Pero, además, afecta la vida de las personas al intervenir en sueño, en los estudio y el trabajo”, explica.

Por eso, actualmente, la rinitis y las enfermedades alérgicas son consideradas serias y la Unión Europea y los países como Canadá, tienen programas específicos, para mejorar el conocimiento, manejo y prevención de estas enfermedades.

Los factores de riesgo para la rinitis alérgica están bien identificados. Ya en la mitad del siglo XIX, la causa de la denominada “fiebre del heno” fue atribuida inicialmente al polen, no obstante alérgenos interiores y exteriores así como agentes ocupacionales también causan rinitis y otras enfermedades alérgicas.

Los factores de contaminación intra y extra domiciliaria son muy importantes. El diagnóstico de la rinitis alérgica a menudo es fácil, pero en algunos casos algunos pacientes todavía son sub-diagnosticados, porque ellos no perciben los síntomas de la rinitis como una enfermedad que dañe su cotidiana.

Pero el manejo de la rinitis alérgica también está bien establecido y se han elaborado muchas guías clínicas, aún cuando las primeras de ellas no estaban basadas en evidencia. Cabe destacar que más del 80 por ciento de los asmáticos tienen rinitis y entre el 10 al 40 por ciento de los pacientes con rinitis tienen asma; mientras que también está asociada con la sinusitis y otras molestias como la conjuntivitis.

En cuanto al tratamiento, se detalla que se debe evitar el alérgeno (cuando es posible), recurrir a la farmacoterapia o a la inmunoterapia. Esta última es una especie de "vacunas de alergia", procedimiento médico que consiste en la administración repetitiva y gradual de una sustancia alérgica a un paciente sensibilizado a ella, en cantidades crecientes durante varios años, con la intención de lograr su tolerancia. Este proceso lleva a la reducción ó eliminación de los síntomas que se presentan después de la exposición al alérgeno.

Los pacientes con rinitis alérgica persistente, debieran ser evaluados considerando antecedentes familiares de asma, examen de pulmón y si es posible, cuando sea necesario, la evaluación de la obstrucción de la vía aérea.