LA CATARATA... UN MAL SILENCIOSO QUE PODRIA PROVOCAR LA CEGUERA.

La catarata es la causa principal de ceguera en personas adultas.
Aunque la enfermedad es frecuente en la tercera edad, también puede ocurrir en jóvenes y en niños.

Se la define como una opacidad en el lente cristalino del ojo que interrumpe u obstaculiza el paso de la luz necesaria para captar los objetos. Esa parte del ojo se encuentra detrás del iris y la pupila, y su función es ayudar a enfocar las imágenes en la retina. Sin este órgano no se podrían, a través del nervio óptico, transmitir las imágenes al cerebro.


Está la catarata senil, que se presenta con más frecuencia en gente de edad avanzada; la traumática o secundaria, que se da por alteraciones orgánicas; y la congénita, que se evidencia desde el nacimiento.


La causa no se ha determinado exactamente, por lo regular se relacionan con el proceso normal de envejecimiento del ser humano y de su ojo. Otros factores que pueden estar asociados con su desarrollo son las influencias hereditarias, las infecciones y otras patologías oculares, traumas físicos o químicos, exposición al calor intenso o a la radiación y condiciones congénitas provocadas por infecciones virales como el sarampión durante el embarazo.


Algunos de los sìntomas se caracteriza por la disminución progresiva de la visión; ver borroso, doble o con manchas; impresión de que existe una tela sobre los ojos; o alteración con el enfoque.


El único tratamiento es quirúrgico. Gracias a los avances de la Oftalmología, hoy en día la operación es un procedimiento muy exitoso que puede restaurar la visión en más del 95% de los casos.

La cirugía que se realiza es la Facoemulsificación. Se basa en retirar el lente natural que se ha opacado a través de una pequeña incisión de 2, 2 mm por donde se fragmenta y aspira la catarata, para reemplazarla por un lente intraocular transparente.

Esta es una intervención que no necesita de hospitalización, no es dolorosa y, en su mayoría, los pacientes regresan a sus actividades cotidianas un día después.

Siempre es recomendable atenderse en centros hospitalarios reconocidos y evitar el diagnòstico en lugares no autorizados.